Los envases vacíos de plaguicidas de uso agrícola son considerados residuos sólidos peligrosos. Por ello, no pueden ser destinados para el almacenamiento de agua o alimentos para el consumo humano o animal.
La forma más segura de manejar los envases vacíos es mediante la técnica del triple lavado, que consiste en enjuagar tres veces con agua el envase a fin de remover el resto del producto y utilizarlo en el tanque de aplicación.
Luego, hay que perforar el envase para inutilizarlo y luego realizar una adecuada disposición final en un lugar apropiado.
Con el triple lavado y la destrucción de los envases cuidamos la salud de nuestra familia.