Papá Noel se llevó una sorpresa al intentar ingresar al Perú. Olvidó que el SENASA le exigiría su permiso zoosanitario de importación de animales por sus renos. Muy preocupado por ello, creyó que no lograría repartir sus regalos. Pero no todo le fue mal. Los profesionales del SENASA apoyaron al amigo de barba blanca y gran barriga a proseguir con su travesía, y le prestaron alpacas peruanas mágicas que le permitirían completar con su cometido.
De esta manera, Papá Noel entregó los regalos a los peruanos de buen corazón y comprobó que el Perú es un país responsable cuando se trata de proteger la agricultura y el trabajo de miles de familias agrícolas.