- Por su toxicidad comerlos o manipularlos es perjudicial para las personas.
El Servicio Nacional de
Sanidad Agraria -SENASA y la población piurana inició una nueva etapa en el
control y erradicación del caracol gigante africano (Achatina fulica), que ha invadido más de 111 hectáreas de cultivo
en la provincia de Sullana, provocando pérdidas económicas y representando un
alto riesgo para la salud de las familias dedicadas a la agricultura.
Fuente: SENASA, Agencia Andina
Fuente: SENASA, Agencia Andina
En los caseríos San Francisco,
Santa Victoria y San Martín de Poechos, del distrito de Querecotillo, se logró recolectar
y eliminar decenas de kilos del molusco encontrados en los alrededores de casas
y en campos de banano donde se comen todas las plantas que encuentran a su paso
y se reproduce a gran velocidad (puede llegar a poner hasta 1200 huevecillos).
El jefe del área de Sanidad
Vegetal del SENASA en Piura, Freddy Saavedra Silva, explicó que a la par se realiza
la prospección y ubicación de la plaga, la difusión de recomendaciones y
capacitación para orientar a los productores y población sobre las
consecuencias que puede tener el caracol gigante africano en la salud humana, y
su presencia en la agricultura. Además se realizan coordinaciones con
autoridades municipales y la Dirección Regional de Salud para reforzar los
trabajos de intervención.
La especie fue descubierta en
la zona por especialistas en sanidad vegetal en junio de 2015, durante acciones
de vigilancia fitosanitaria en los cultivos de banano orgánico en el caserío
Santa Victoria del distrito de Querecotillo. Según los agricultores del lugar,
una persona de nacionalidad ecuatoriana habría ingresado a Piura con esta plaga
con la intención de aprovechar su voracidad para controlar la maleza,
ocasionando posteriormente la infestación de varias hectáreas de cultivos en la
provincia de Sullana.
Plaga muy peligrosa para la salud
Comerlos o manipularlos puede
ser peligroso, porque consumen todo tipo de materia orgánica, desde plantas,
animales muertos y desperdicios, convirtiéndose en portador de parásitos que
pueden trasmitir enfermedades graves que atacan a órganos del abdomen y al
cerebro como la meningitis.
Acciones de control
Para la recolección de estos
moluscos se debe evitar todo tipo de contacto, por lo que es necesario usar
guantes, embolsarlos y colocarlos en depósitos de agua con sal o lejía,
destruir su caparazón para evitar que larvas de zancudos y mosquitos se alojen
en éstas y finalmente enterrar los restos.
El SENASA está aplicando un
método de control químico a base de Metaldehído, con el cual ya se obtienen
buenos resultados en la región Junín desde hace unos meses.
Esta plaga es fácil de
identificar por su gran tamaño, un ejemplar de caracol gigante africano puede
medir entre 10 y 15 centímetros, del tamaño de un puño. Su caparazón tiene
forma de cono con un borde no continuo, presenta un truncamiento en la base de
la concha (columela), lo cual hace que se distinga de las demás especies
nativas silvestres.
Es una especie hermafrodita
originaria de África, se ha extendido por Asia, América Central, Brasil y
Ecuador.
El principal agente de
dispersión de la plaga es el hombre ya que sigue llevando el caracol a otros lugares
como mascotas e incluso los comercializan para usos cosméticos. Otra forma de
propagación son las aguas del río y arrastre de suelo por crecimiento de las
quebradas producto de las lluvias de la zona.
En ese sentido, el SENASA exhorta a la población
a tomar conciencia sobre el peligro que representa la presencia del caracol
gigante africano tanto para la salud de las personas como para los cultivos.
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