Fuente: Andina
Técnica será utilizada dentro del programa de reconversión productiva en el
Vraem
El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) presentó una tecnología de
producción masiva de abono orgánico que podrá ser utilizada por los pequeños y
medianos productores y les permitirá aumentar sus ingresos a través de su
comercialización.
Esta tecnología permite producir compost y humus de lombriz de
calidad a menor costo y tiempo y en mayor cantidad, en comparación con
los sistemas tradicionales.
El director general de Extensión Agraria del Inia, Jorge Moreno, indicó que
el sistema “Lombricultura con Diseño de Techo a Dos Aguas” podría ser
utilizado en el programa de reconversión productiva en el Vraem para
impulsar el cultivo de café y cacao en reemplazo del de coca.
“El Inia propondrá que esta tecnología sea parte del paquete
especializado que el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) transferirá en
el Vraem, precisamente por su accesibilidad para los productores”,
anotó.
El modelo consiste en una estructura piramidal que aprovecha pequeños
espacios tanto para descomponer los desechos de materia orgánica animal y
vegetal, y convertirlos en abono orgánico, como para criar lombrices.
La técnica también es una alternativa agroecológica pues ayuda a reducir la
contaminación ambiental y favorece la salud pública, dado que al reciclar la
basura orgánica evita la quema de los restos de cosechas, la aplicación excesiva
de sustancias pesticidas de alta toxicidad, el uso irracional del agua de riego,
la tala indiscriminada de árboles y la contaminación de suelos, aguas y
alimentos.
La demostración se realizó ante 300 especialistas y líderes agrarios en las
parcelas de prueba de la Estación Experimental ‘Vista Florida’ del Inia en
Chiclayo, región Lambayeque.
En Perú, el abono orgánico, dado su alto contenido de nutrientes y
carga biológica, es utilizado en buena proporción por los pequeños y medianos
productores de cultivos orgánicos de café, mango, cacao, bananos y caña de
azúcar para panela destinados a exportación.
“El compost y el humus de lombriz no solo nutren a las plantas sino también
al suelo: mejoran su estructura y textura. Es más, si se incorporan a suelos
arenosos, estos se vuelven más fértiles y retentivos al agua”, señaló el
especialista Néstor Ruesta, coordinador del proyecto desarrollado en la estación
Vista Florida.
“Por lo mismo podrían aplicarse con éxito tanto en la costa como en la
sierra, aunque claro, siempre en mayor proporción en la primera región por las
características de su suelo”, agregó.
El humus –excreta– de lombriz es la versión más refinada de todos los
abonos orgánicos. En el mercado nacional una tonelada de humus alcanza los 500
soles en promedio, mientras que una de compost cuesta 200 soles.
Con la tecnología desarrollada por el Inia y los materiales sencillos que
requiere –apenas pequeñas estacas, cordeles y mantas–, los costos de producción
disminuyen al punto que un productor agrario podría obtener su propio humus a
solo 155 soles la tonelada de humus, y 100 soles la de compost.
“El sistema también acorta el tiempo de producción del humus de lombriz: 3
meses frente a los 6 de los métodos tradicionales. Es decir, el productor podría
tener abono orgánico de buena calidad para cuatro cosechas al año”, explicó
Ruesta.
“De esta manera, si un productor establece un lecho de lombrices de 1.5 m.
de ancho por 12 m. de largo y 1 m. de alto, obtendrá cerca de 5 toneladas de
humus en un plazo máximo de 90 días”, dijo.