HOY ES EL DÍA DEL CAFÉ PERUANO
Este año, el Senasa realiza 300 Escuelas de Campo para mejorar la respuesta de 7,073 familias cafetaleras frente a las plagas, lo que ha permitido disminuir la incidencia de estas en las plantaciones.
La humeante tacita de café sobre la mesa, tan cliché, tan de doñas Florindas y profesores Jirafales; tan bendita para oficios estresantes, digamos, la gerencia de alguna empresa, una sala de operaciones o una sala de redacción o la vigilia de algún detective. En realidad, la tacita de café es el epílogo a un trabajo de hormiga invisible.
Fuente: El Peruano
José Vadillo Vila jvadillo@editoraperu.com.pe
Agosto es un mes importante para el café peruano: se termina la cosecha, pero es tiempo de tareas preventivas, de realizar labores fitosanitarias para reducir la presencia de plagas en la siguiente campaña. Se debe hacer ahora y no en tiempos de lluvia, que requeriría de químicos; y, por ende, de mayor costo.
“El café es un tema social muy importante para el desarrollo del país”, recuerda la ingeniera Marisela Yábar Larios, responsable de Manejo Integrado de Plagas del Cafeto y Desarrollo de Escuelas de Campo del Senasa.
Cambio climático
El Servicio Nacional de Sanidad Agraria ha multiplicado sus esfuerzos y presupuestos para trabajar con los cafetaleros. ¿Por qué? El cambio climático es parte del problema.
Yábar recuerda que desde 2012 toda América Latina –incluidas las 12 regiones cafetaleras peruanas– sufre de problemas fitosanitarios: enfermedades y plagas como la roya amarilla y la broca de café.
Estas enfermedades afectan a los cafetos y al bolsillo de los productores, ya que significan hasta 30% adicional para los productores porque se deben realizar cuatro actividades adicionales, entre ellas la compra de los depredadores biológicos, indispensables para luchar contra la broca de café, por ejemplo.
Volver a la escuela
La respuesta del Senasa ha sido fortalecer las capacidades de los agricultores cafetaleros y de los técnicos. Ha creado las Escuelas de Campo, donde se entrenan mensualmente a los agricultores en estrategias para el manejo integral de plagas (MIP).
Entre 2011 y 2016, el Minagri, mediante esta unidad, ha atendido a más de 55,000 productores cafetaleros, con lo que evitó pérdidas económicas en más de 100,000 hectáreas de cafetales.
Logros y asociatividad
De acuerdo con el Senasa, gracias a estas escuelas que trabajan con los comités de cafetaleros se ha disminuido la incidencia de la plaga roya amarilla del café en 17%. También se redujo la presencia de la broca de café, cuya presencia es de 10% en el territorio nacional.
Un punto a favor es que parte importante de los cafetaleros peruanos están asociados, y las Escuelas de Campo del Senasa permiten que los no asociados se conozcan.
“En café se necesita estar asociado, tanto por el tema del comercio como también por el control de las plagas. Si el productor no considera estos valores, tendrá un problema de sobrecostos. Unirse permite que las cosechas sean sincronizadas y apoyarse mutuamente para reducir costos”, dice Yábar.
Otras medidas
Senasa ha evitado pérdidas en más 100,000 hectáreas de café, pero la producción nacional es de más 400,000. Al respecto, Yábar adelanta que se está haciendo gestiones para que los gobiernos regionales y locales implementen estas escuelas en sus ámbitos, con acompañamiento de esta institución, no solo para hacer frente a las plagas endémicas el café, sino también para otros cultivos.
La meta del Senasa es generar, para los próximos años, un sistema de alerta para el café. Para ello, se buscará que los gobiernos locales y regionales ayuden a implementar estaciones meteorológicas, que permitirán generar un sistema de alertas y disminuir las pérdidas por plagas del café y otros cultivos.
Con esta premisa, la institución implementa un piloto de investigación en San Luis de Shuar, entre las regiones de Pasco y Junín, para conocer el nivel de irradiación que se produce. “En el caso del café, uno de los factores que favorece las plagas es la irradiación: con mayor irradiación las hojas sin sombra se queman y las enfermedades de las plantas se agravan”, anota Yábar.
El propósito es mejorar el manejo integral de plagas, ya que los mercados exigen no solo productos buenos, sino inocuos. Y eso es posible con un manejo integral de las plagas, además de elevar la calidad y la productividad.
Escuela en acción
En las Escuelas de Campo los técnicos del Senasa elaboran “un diagnóstico rural participativo”, se fija un cronograma mensual en el que se ven temas específicos de control para diversas plagas. Se abordan los problemas y las posibles soluciones. “Muchas veces los productores tienen la solución, pero no se animan a hacerlo o están con las limitaciones técnicas para hacer el control. Cada mes se tratan temas específicos de control para diversas plagas”, dice la ingeniera Yábar. La meta es sacar un café de excelente calidad a nivel de taza.
424,943 hectáreas de café se cultivan en el Perú.
En los siguientes años, Senasa quiere generar un sistema de alertas de plagas con gobiernos locales y regionales.
8/26/2016 - Por Unknown