Fuente: Agencia Andina, Inforegión
El Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) aprobó los
Lineamientos de Política Agraria, los cuales orientan los objetivos, políticas
y estrategias del Estado en materia agraria y de riego para que la intervención
pública pueda tener impacto en la población rural.
La norma fue oficializada por resolución ministerial
0709-2014-MINAGRI y lleva la firma del ministro, Juan Manuel Benites, en un
contexto en el que en la actualidad hay 2.26 millones de agricultores (unidades
agropecuarias) en el país.
En los considerandos de la resolución se señala que los
lineamientos de política agraria son la base para construir un sector agrario
competitivo, integrado y sostenible, priorizando al pequeño y mediano productor
agrario y de las comunidades campesinas y comunidades nativas.
Los cuatro grandes objetivos de la política gubernamental
en el sector agrario son crecimiento, empleo y diversificación económica, así
como la inclusión social, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad
ambiental y de la agro-diversidad.
El crecimiento y el empleo buscan incrementar y
diversificar la oferta y demanda de productos y servicios ligados a la
agricultura, con mayor uso de tecnología y productividad media incrementada.
Mayor inclusión
La inclusión social involucra a los agricultores en
situación de pobreza, buscando fortalecer sus capacidades para generar ingresos
en forma autónoma, promoviendo la igualdad de oportunidades, la movilidad
social y el rompimiento de círculos viciosos de pobreza al interior de
territorios y entre generaciones.
Mientras, la seguridad alimentaria busca asegurar que
todas las familias, grupos sociales y territorios tengan acceso pleno, seguro y
sostenible a alimentos nutritivos e inocuos en forma estable y permanente.
La sostenibilidad ambiental y de la agro-biodiversidad,
por su parte, pretende el manejo sostenible, adecuado y valorización de los
activos agrarios estratégicos y de la agrodiversidad en los distintos
territorios.
Lineamientos del
sector
En la resolución se establece que el objetivo central de
la política agraria es lograr el incremento sostenido de los ingresos y medios
de vida de los productores agropecuarios, sobre la base de mayores capacidades
y activos más productivos, y con un uso sostenible de los recursos agrarios en
el marco de procesos de creciente inclusión social y económica de la población
rural.
Por su parte, los objetivos específicos son alcanzar una
gestión eficiente y sostenible del recurso agua y garantizar la seguridad y
estabilidad jurídica en el acceso de recursos agrarios, así como el aumento de
la infraestructura y tecnificación de riego.
Asimismo, expandir mercados complementarios de créditos,
seguros y servicios agropecuarios, fortalecer la capacidad de investigación e
innovación tecnológica, mejorar las capacidades productivas y empresariales, y
la articulación de los mercados y cadenas de valor.
La norma refiere que los lineamientos de la política
agraria son el manejo sostenible de agua y suelos, el desarrollo forestal,
seguridad jurídica sobre la tierra, infraestructura y tecnificación de riego,
financiamiento y seguro agrario e innovación y tecnificación agraria.
Además, se incluyen atención de riesgos sistémicos,
desarrollo de capacidades, reconversión productiva y acceso a mercados.
Por otro lado, la agricultura representa el 5.3 por
ciento del Producto Interno Bruto (PBI), pero en términos de empleo el agro
significa el 29.6 por ciento del empleo nacional.
Además, el agro tiene un peso productivo en diversas
regiones del país.
En el 2012 el campo representó el tres por ciento en Lima
y el 33 por ciento en Amazonas, pero hay otras regiones por encima del 20 por
ciento como La Libertad, Huánuco, Apurímac, San Martín, entre otros.